Elegir bien los zapatos de tus hijos ¿Cómo hacerlo?

Muchos de vosotros os habréis preocupado alguna vez qué calzado es el adecuado para que nuestros pies no sufran. Nosotros, desde el departamento de podología avanzada de Policlínica Sekhmet, queremos aconsejaros sobre los problemas que podemos evitar usando un buen calzado.

Hay que tener en cuenta, que el cuidado inadecuado de los pies puede tener consecuencias muy lesivas para nuestro cuerpo. El zapato tiene que ser amplio y con un tacón de tres a cuatro centímetros en cuña. Ni calzado extraplano, ni chanclas sin sujeción alguna. Aunque, no pasa nada en caso de utilizarlos esporádicamente.

  • El pie debe estar bien sujeto. Si bailara dentro del calzado, éste va a ir adquiriendo malas posturas perjudiciales.
  • Una mala transpiración, por motivos de malos materiales, también van a ser perjudiciales para nuestros pies.
  • Usar calzado deformado, bien porque fuese heredado o por otras situaciones, provoca que el pie se posicione mal desde que se empieza a calzar.

¿Que tipo de patologías puede desarrollar nuestros hijos si utilizan un mal calzado?

Un mal calzado no transpirable, puede desarrollar algún tipo de micosis o dermatitis. Además, cuando se utilizan calzados que aprietan, o con suelas desgastadas, etc. pueden desencadenar pies planos u otras patologías, como deformidades óseas, por ejemplo, dedos en garra o dedos infraductus.

Entonces, ¿Qué calzado es el idóneo para el buen desarrollo de nuestros hijos?

Hasta los 18 meses es aconsejable simplemente un patuco o calcetín para protegerlos del frío. Pero es recomendable evitar el calzado.

Hasta los seis años más o menos, el calzado tiene que respetar la movilidad de tobillo, y no ser demasiado rígido. Después, una suela flexible, y fácil de poder atar y sujetar. Como por ejemplo, las zapatillas con velcro son una buena elección.

En la edad adolescente el calzado debe permitir la movilidad del pie, sin estar muy junto y apretado. No es recomendable las punteras alargadas, ni los zapatos de aguja.

En las distintas etapas de la vida nuestros pies puedes sufrir si no les prestamos atención. Por eso es muy importante un buen calzado, y unos buenos cuidados. No sólo porque son las extremidades sobre la que nos apoyamos durante todo el día y sin las cuales perderíamos el equilibrio, sino porque absorben y amortiguan el impacto que el cuerpo recibe del suelo al andar, a la vez que facilitan la adaptación al terreno.

Nuestros pies son para toda la vida y se deben cuidar a lo largo de ella, por eso, es recomendable realizar revisiones periódicas.